miércoles, 20 de agosto de 2025

UNA PERSONA BUENA Y SENCILLA

 

 FRANCISCO MINAYA, PERIODISTA

 El lunes 18 de agosto del 2025, fallecía en Madrid Francisco Minaya (Madrid, 15 de julio de 1948 – 18 de agosto 2025), periodista histórico del Diario PUEBLO, en la sección de Sucesos. Junto con Pablo Torres creó la página "Ovni-Experiencia", todo un fenómeno sociológico de gran aceptación entre los lectores del periódico: todas las semanas recibían cientos de cartas de gentes que decían haber tenido algún tipo de experiencia con los ovnis. Hay que destacar el trabajo conjunto de Pablo Torres, Francisco Minaya y Pilar Benito en un libro excepcional sobre el atentado del 11-M en Madrid. Fue uno de los mejores textos sobre el atentado, con entrevistas a supervivientes, pésimamente distribuido por el director de la editorial, un patán que no supo valorar lo que tenía en sus manos.

    Escribir sobre Francisco Minaya, Paco Minaya, me obliga a pararme: tengo que pensar bien para, luego, trasladar al papel recuerdos nítidos junto con opiniones sinceras para no desvirtuar la realidad. Porque no termino de creerme eso de que la memoria cambia los hechos a su antojo. La memoria archiva o elimina a capricho, pero no altera a voluntad: sería fantasear a lo tonto, contar historietas sin ningún valor testimonial.

    Francisco Minaya es periodista un histórico del diario PUEBLO. Su padre trabajaba en Talleres, desde siempre. Paco en la Redacción, en la sección de Taquígrafos (Quinta planta, al fondo, a la izquierda), donde se encargaban de recoger las crónicas de los redactores enviadas por teléfono, conocía bien el periodismo de aquellos años, demostrando ser un excelente reportero de Sucesos, informando de esa realidad dramática de la vida, en sus casos más sensibles, sin recurrir al tremendismo o al sensacionalismo. Un buen periodista de Sucesos sabe medir la realidad, dar forma a sus artículos.

    Minaya era un “loco” de los Sucesos, un “loco” de los ovnis, apasionado del periodismo más sencillo y eficaz: las noticias de la calle, las que interesan a los lectores, evitando escribir textos cargados de doctrina. Los periodistas de aquellos años no estaban tan sometidos a sus empresas como los de ahora. La simple descripción de los hechos genera opinión en el lector: no es necesario manipular su propia opinión. Se intentó la incorporación de Minaya a la sección de Sucesos: lo impidió repetida y obstinadamente Carmelo Cerezo, deseoso de estar en Sucesos para estar más cerca de la Policía. Creo que los “cuervos” de Sucesos estábamos mal vistos, poco considerados. Finalmente se pudo convencer  a Carmelo: si Minaya se incorporaba a la sección, después iría él. Así sucedió finalmente: primero Minaya, después Carmelo.

    La opinión sobre los reporteros de sucesos no suele ser buena: se critica abiertamente el trabajo hecho a partir del dolor de las gentes, víctimas de la delincuencia o de dramáticos accidentes; víctimas del azar, publicando aspectos morbosos de su vida privada. Los periodistas de Sucesos están en desventaja frente a otros periodistas de secciones tan rentables como las de Economía o Nacional (España o Información política, para entendernos). La rentabilidad de dedicarse a la información económica o política está a la vista: jefaturas de prensa de los ministerios y bancos (la Administración y los que mandan de verdad) se nutren de periodistas relacionados, sumisos y obedientes con los políticos y con los bancos, además de su adscripción política. El periodista de Sucesos no puede luchar para obtener prebendas, ni conseguir nada por su tarea, salvo la satisfacción del trabajo bien hecho, con cierta dignidad, sin caer en lacrimógenas crónicas cargadas de sangre para obtener lágrimas fáciles.

    Saber manejar la información y la desinformación, es una obsesión para un tipo de periodismo o seudoperiodismo actual con la finalidad de engañar a la opinión pública. Un ejemplo diáfano está a la vista cuando determinados activistas políticos que se dicen periodistas, afirman que tal político ha ganado las elecciones, siendo mentira: confunden a los ciudadanos. Ser el político o el partido más votado, no quiere decir ganar las elecciones, entre otras cosas porque no se presentan dos candidatos o partidos. Se presentan a las elecciones bastantes partidos más. El que gana es el que obtiene la mitad más uno de los votos o escaños, caso contrario hay que unir escaños para formar gobierno. Pero dominar y subvertir el lenguaje, o lo que ahora llaman "el relato", es uno de los "mandamientos" del manipulador al servicio de las peores y más innobles causas.

    Una Redacción es lo más parecido a una pasarela de moda, donde se exhiben modelos vestidos por las mejores firmas; aunque algunas firmas, visten como adefesios. En ese espacio, ahora sembrado de ordenador, desfilan entre informadores y desinformadores, los más vanidosos plumillas autoconvencidos de ser los elegidos por alguna divinidad para salvarnos y salvar al país con sus artículos soporíferos, en algunos casos escritos al dictado. En todo caso, ¿qué haríamos sin ellos y su moralina de rastrillo callejero? Posiblemente disfrutar de la vida con lecturas de textos de autores inteligentes. 

    Con Minaya era fácil llevarse bien: buena persona, trato agradable, buen sentido del humor. En Sucesos, Antonio Echarri y yo nos poníamos de acuerdo para saltarnos las imposiciones de Vasco Cardoso (3), –un "Viriato" irredento que hizo fortuna en España como un reaccionario de la peor derecha al servicio del franquismo–, y hacer nuestro trabajo sin ataduras: si Vasco quería los casos buenos, lo lógico hubiera sido cumplir con su obligación: estar en la sección a su hora, no dormir a pierna suelta. Nada de tener esclavos para facilitarle el trabajo: además, ganaba bastante más dinero que el resto. Entendíamos injusto que un telonero fuera por la vida de estrella del rock, sin ser estrella del rock.

    EGOLATRÍA Y VANIDAD.- En la Redacción de PUEBLO, además de esos pavos reales moviendo sus plumas, afectados de egolatría patológica y vanidad sin límites, habitaban/habitábamos periodistas ejerciendo nuestro oficio con dedicación, buscando acercarse a las verdad de los hechos todo lo posible, alejados de especulaciones. Francisco Minaya formaba parte de esos periodistas apegados a la realidad, con pocas o ninguna concesión al amarillismo o las truculencias. Recuerdo su crónica sobre el terrible sucesos en el camping de Los Alfaques, 11 de julio de 1978 (con fotos de Boutellier, creo), cuando explotó un camión cisterna con líquido inflamable. Fue un hecho tremendo, de los que marcan y definen a los buenos periodistas. Los mejores periodistas de Sucesos de Madrid, aquellos años, estaban en el diario PUEBLO: Francisco Minaya, Francisco Pérez Abellán, Pablo Torres, Antonio Echarri...

    BAR "EL MANOS".- Trabajar todos los días con material sensible que afecta  a víctimas de desgracias, desde un suicidio al atraco de un ciego, pasando por accidentes de tráfico o algún asesinato horrendo, afecta psicológicamente. Los redactores de Sucesos, acostumbrados a trabajar con toda suerte de desgracias en las sociedades, desarrollan/desarrollamos un raro humor negro, a manera de defensa mental, dentro de un "gamberrismo solidario", como válvula de escape ante una realidad parcial, dolorosa de la sociedad.

    Cuando cerrábamos la edición de Madrid, a las doce del mediodía, y las furgonetas salían del edificio del diario PUEBLO, en la calle Huertas, para repartir el periódico de la tarde por toda la ciudad, algunos días nos íbamos, para hacer el aperitivo, en un bar al que llamábamos "El Manos", pegado al convento de las Trinitarias, donde están los pocos restos que quedan de Cervantes. En el bar se bebía vino y cerveza, a veces vermut. Entre los que íbamos a completar la mañana: Pedro Soler, de Teletipos; César Palomino, hijo de don César, jefe del Archivo Fotográfico; Ernesto Franquet, de "Provincias"; Ángel Molleda, fotógrafo; Rafael Boutellier, fotógrafo; Francisco Minaya y Pablo Torres, de Sucesos... y se pedían raciones. Cuando se pedían boquerones fritos, los servía "el Manos", un camarero grandullón, con unas manos del tamaño de las zarpas de un oso pardo de las montañas cántabras. Con toda naturalidad, echaba mano, con aquella mano descomunal, a la bandeja de los boquerones fritos y los echaba a un gran plato; con toda naturalidad, nuestras manos se lanzaban a los boquerones fritos, para degustarlos con y sin raspas, dependiendo de la habilidad dental de cada uno. Cuando recuerdo aquella costumbre bárbara... sin palabras. ¡Qué temeridad la nuestra, la madre que nos parió! 

     Mi amistad con Minaya fue intensa: cuando nació mi hijo Pablo quise que fuera su padrino, junto con mi madre. Y su ahijado siempre le recordará como el gran hombre que fue.

    REVISTA ATLÉTICO DE MADRID.- Con Paco Minaya, Rafael Boutelier (4)Pilar Benito, Jesús Carrillo, José Blanquer… nos embarcamos en rehacer la Revista Atlético de Madrid” para que resultara atractiva, Fue también un tiempo agradecido de trabajo y amistad. Dirigir esa revista deportiva del Club de Fútbol rojiblanco se debió al buen trato y apego que teníamos con Alfonso Cabeza, médico forense de gran humanidad y sentido del humor: hay que tener un gran humor para descerrajar un cadáver y luego irte a comer, a casa o a un restaurante. Alfonso Cabeza pasó por la dirección de los hospitales de La Paz y el Doce de Octubre: le dedicamos varios artículos en PUEBLO. Un gran tipo.

    En una comida con Alfonso Cabeza, en el Restaurante “La Fuencisla”, en plan de broma ideamos publicar una pequeña gaceta, un suelto de pocas líneas asegurando que se presentaría como candidato a la presidencia del Atlético de Madrid. La disparatada propuesta, incomprensiblemente cuajó: Alfonso Cabeza se hizo cargo de la presidencia del Atlético de Madrid y me nombró director de la revista del club. No duré ni un año: Julio Carrascosa, gerente de la entidad, hombre acobardado y mojigato, lleno de temores a la mejor manera de un "Licenciado Vidrieras", incordiaba sin cesar por los artículos publicados sobre la Federación Española de Fútbol, presidida por Pablo Porta.¡Cómo nos divertíamos! No aguantaba a Carrascosa: decidí marcharme, indicando al resto de compañeros y amigos que mi decisión no iba con ellos, para que siguieran haciendo la revista.

    En esa comida, todos hicimos un poco el gamberro: nuestro humor negro quizá pudo molestar a alguien, por arrimar el oído donde no debían. La preguntamos a Alfonso Cabeza por la autopsia que le tuvo que hacer a una soldado de la base americana de Torrejón, muerta en extrañas circunstancias. Los de las mesas contiguas a la nuestra, creo que estaban a punto de vómito; aunque nosotros, Paco Minaya, Boutelier y yo, estábamos a lo nuestro. Alguien preguntó si la soldado, de color, estaba de buen ver. Creo que algún comensal de alguna mesa próxima se levantó y se marchó, quizá a los lavabos, posiblemente a otro restaurante. Gajes del oficio del redactor de Sucesos.

    Me recomendaron un exquisito plato del menú: cocochas. Y cuando lo probé afirmé sin cortarme: esto es una comida de y para viejos. Las cocochas son viscosas y blandengues. Me dieron repelús. Quedé como un ignorante gastronómico, pero sigo  sin comer cocochas: no me gustan. Mantengo la misma opinión. Que se las coman otros. 

Una vez que dejé la revista, se hizo cargo de la dirección Jesús Carrillo, oportunista al acecho: duró un número o dos. Sus carencias y chanchullos le delataron. Recuerdo a Jesús Carrillo, cuando teníamos alguna reunión en la sede del club Atlético de Madrid. Se adelantaba una hora para informar secretamente y ponerse de acuerdo con Manuel Esteban, empleado del Atlético de Madrid, en el departamento de Carrascosa: otro de los que apostó tarde y mal contra Jesús Gil. Vamos, ¡un lince! Le costó el puesto de trabajo.



OVNI-EXPERIENCIA.- Con Paco Minaya puse en marcha la página de “Ovni-Experiencia”. La idea de la página semanal fue de Paco Minaya, la puesta en marcha y realización fue mía. Paco Minaya siempre se quedaba en segundo plano, como escondido por timidez, como si le diera reparos presentar proyectos a los jefes: Gurriarán, Cercadillo… salvo al tonto de Antonio Gómez Alfaro, un individuo nefasto, detestable, un idiota vocacional, al resto les pareció bien la idea. Se añadió a “Ovni-Experiencia” como colaborador Jesús Carrillo, oportunista sin límites: su trabajo en ovni-experiencia quedó en segundo plano, pese a dejarle el caso de Fuentecén (Burgos), el más importante: un encuentro en la tercera fase. Jesús fue un caso de multiempleos. Hizo hasta la sección de “Bolsa”: algunos días se le olvidó pasar la crónica. Tuvieron que quitarle la sección.

    En los últimos años del diario PUEBLO se produjeron muchas tensiones: los había negacionistas de la evidencia, aseguraban la perpetuidad de PUEBLO; estaban los que veían el periódico sin futuro, maniobrando para destrozar su futuro. Las maniobras para llevar al periódico a un callejón sin salida, eran nítidas, descaradas: se retrasaba “sine die” la urgente reconversión tecnológica, hablándose continuamente de una rotativa ultramoderna, según decían, comprada en Suecia o Noruega; una máquina nunca vista por nadie, dudándose de su existencia. Y se nombraron a auténticos incompetentes como subdirectores. Los dos más tarugos, con mucha diferencia, fueron Javier Villán, un perfecto indocumentado; y Javier Figuero, un memo con pretensiones literarias. El resultado final es conocido. El periódico no podía tener otro final, estando en manos de quienes estaba.

    En el diario PUEBLO hubo grandes periodistas. Citaré a dos, coincidiendo con Francisco Minaya: José Antonio Gurriarán y Francisco Cercadillo. José Antonio Gurriarán nunca será perdonado por ser el último director de PUEBLO, el director que cerró el periódico. El cierre lo hizo el PSOE: no se olvide. Recuerdo aquella mañana en la que le dije a Gurriarán que Instituciones Penitenciarias podrían dejarnos entrevistar a "El Lute" si... esa misma mañana se envió la carta y dos días después pude entrevistar a Eleuterio Sánchez, "El Lute", en la prisión de Cartagena (Murcia). Francisco Cercadillo fue un hombre templado, culto, de gran inteligencia, enemigo de hipérboles. Podías trabajar con él: te daba confianza, importante para desarrollar tu trabajo.

       Los grandes, vocacionales tontos también se dejaban ver y sentir por la Redacción: afirmaron ufanos que la página de Ovni-Experiencia restaba seriedad al periódico, que eso de los ovnis y los extraterrestres eran alfalfa para iluminados y alterados mentalmente. Tuvimos que callarnos, pero nos dieron ganas de decirles que las crónicas políticas del periódico no eran precisamente serias. Esos textos políticos y algunos editoriales, mejor estarían catalogados como textos de Ciencia-ficción, alfalfa para ignorantes políticos. Conclusión: siempre hay un tonto dispuesto a tirar piedras contra su tejado. Y de tontería y gilipollez sabía mucho Antonio Gómez Alfaro, sólo ganado en gilipollez por el idiota que le nombró subdirector. ¡Cómo no iban a cerrar PUEBLO!


ENTREVISTADOS POR ÍKER JIMÉNEZ.- A través de Internet, el periodista Iker Jiménez, autor de libros sobre ovnis, localizó la página web de Gabriel Argumánez, página web de Pablo Torres en Noticias Bibliográficas. Pudo saber mi trabajo en PUEBLO y que allí hacía, con Francisco Minaya: la página de Ovni-Experiencia”. Se puso en contacto con Noticias Bibliográficas: Diego me facilitó su correo electrónico.     Intercambiamos algunos textos y quedamos para que nos hiciera una entrevista en la tarde del 16 de mayo, del 2001, en Madrid (calle Menéndez Pelayo). Fue una alegría ver a Minaya, después de varios años de “incomunicación”. Se mantenía físicamente igual, aunque se había dejado una mínima barba, jaspeada canosa (en la foto que ilustra el artículo). Tras saludarnos y saludar a Iker, nos desplazamos hasta una cafetería de la calle O´Donnell donde fuimos entrevistados a lo largo de tres horas (una de grabación en casete). Tras aquel encuentro recuperamos nuestra amistad, mantenida hasta hoy.

Antes de hablar de Ovnis, charlamos largo sobre el Diario PUEBLO. Los jóvenes periodistas están convencidos, porque así se lo enseñan en las facultades de Periodismo, de la ideología reaccionaria de PUEBLO un periódico de origen franquista. El Diario PUEBLO tuvo distintas etapas: su último periodo, entre 1976 y 1984, año de su cierre, ni estuvo marcado por el feroz franquismo –aunque en la Redacción hubo peligrosos franquistas–, ni la información era reaccionaria. La transición de la dictadura a la democracia fue un extraño periodo de libertad, donde se pudo escribir sin censuras. En la Redacción de PUEBLO hubo franquistas, ucedeos, socialistas, comunistas, anarquistas...No conozco otro periodo semejante de libertad en España. Y si lo comparo con la “libertad” actual permitida, dan ganas de llorar: hay mucha más censura hoy que en el final del pudridero franquista. Se puede demostrar y probar.

    Durante la entrevista no me corté un pelo: le “aticé” a los que considero dos inevitables grandes tontos, por distintas causas, junto con otros grandes necios de distinto cuño: Antonio Gómez Alfaro, un imbécil creído de sí mismo, con (im)postura de erudito; y RdeP, un falso comunista: va por la vida de izquierdista y burlador. En la Redacción flotaban también otros especímenes raritos: todos conformábamos un extraño faunario.

    El cierre del diario PUEBLO fue traumático para la mayoría de los redactores y trabajadores del periódico. Eran muchos los que allí llevaban años y años trabajando: no se terminaban de creer el cierre decretado por el PSOE, partido cuidadoso con los suyos, dejándoles bien situados, abandonando a su suerte al resto, amparándose en el famoso Real Decreto para ser trabajador fijo del Estado y no quedar en el más absoluto y angustioso paro. Incluso debíamos estar agradecidos. ¿Por qué no cerraron la agencia EFE o RTVE? También estaban ligadas al Franquismo y a sus medios de propaganda. El cierre de PUEBLO era inevitable, por su cabecera franquista. Pero hay formas dignas de hacer la cosas. Y no se hicieron ni con dignidad ni con delicadeza. Son muchos los convencidos de que, desde el diario El País, se mostró un cainismo y canibalismo hacia PUEBLO incomprensible, irracional. Juan Luis Cebrián, un “demócrata de toda la vida” (6), hijo del que fuera uno de los “jefes” del sindicato vertical franquista, pudo estar en los manejos del cierre del diario PUEBLO. Si este personaje y otros como él son los que tienen que hacer y escribir la historia de España, se entiende bien que seamos un país de tercera categoría con una historia oficial delirante.

    Después hablamos con Iker de “Ovni-Experiencia”: respondimos a todas las preguntas formuladas. Paco y yo coincidimos en bastantes puntos, explicándole que hacíamos la página de “Ovni-Experiencia” desde la más absoluta ingenuidad y sinceridad: no teníamos tiempo para manipular. También atendíamos los sucesos del día y otros reportajes. De ahí que se añadiera a la página Jesús Carrillo: luego buscó su propio camino en Economía y otros lagarteos propios de un tontuelo despistado.

    Llegamos a publicar hasta 91 páginas de Ovni-Experiencia en menos de cuatro años: 14, en 1979; 21, en 1980; 45, en 1981; y 11, en 1982. Habría que sumar los reportajes y entrevistas sueltos sobre Ovnis. La primera vez que se publicó Ovni-Experiencia fue el 26 de septiembre de 1979. La última página dedicada a ovnis apareció el 15 de mayo de 1982.

    UN LIBRO SOBRE EL 11-M.- El presidente del Gobierno, José María Aznar metió a España en la invasión ilegal de Iraq, haciendo suya la causa de los EEUU en Oriente próximo. La desigual guerra EEUU-Iraq fue la excusa perfecta facilitada por Aznar, para que los terroristas islamistas colocaran una serie de bombas en distintos trenes de Cercanías de Madrid. El atentado (11 de marzo del 2004) conmocionó a toda España: 192 muertos y miles de heridos. José María Aznar, hombre de pocas luces y menos inteligencia, pretendió culpar del atentado a ETA, para intentar ganar las elecciones. Y su gran mentira, otra vez, no coló.

    Una editorial de un grupo de prestigio, nos encargó un libro sobre el atentado. Francisco Minaya, con Pablo Torres y Pilar Benito trabajaron sin descanso durante dos semanas para acabar un texto donde se analizaban los hechos (el atentado fue obra de islamistas y no de ETA, el presidente del Gobierno de España era José María Aznar, la Policía estaba en manos de políticos del Partido Popular. El PSOE estaba libre de toda culpa) y se ofrecían entrevistas con víctimas del atentado, contando su brutal experiencia. El director de esa editorial, un patán de poca cultura, sin el menor talento, un reaccionario fanatizado de las derechas, no compartió el texto sobre el atentado. Decidió, él o sus jefes, limitar la tirada y venta del libro; decidió cargarse el libro, porque sí. Mejor nos hubiera ido de sostener los delirios y embustes de algunos periódicos, tratando de salvar la imagen de Aznar, todo un zopenco. Pocos meses después nos escribieron de la editorial por si nos interesaba comprar el resto de edición, sin indicarnos cuántos ejemplares quedaban de ese resto de edición. Nos sentimos estafados, habiendo un hecho un gran libro. Un necio descerebrado liquidó uno de los mejores libros sobre el 11-M.

    Podría escribir más y más sobre Minaya y Ángeles, su esposa, grandes viajeros que han recorrido un gran parte de este mundo. Pero esos añadidos los dejo para mis "Cuadernos púrpura", libros que reflejan el caos español, esencia de la búsqueda de una identidad, para explicarnos quiénes somos. Y somos unos ______ (añadir las palabras que consideren oportunas).

 

 Texto y fotografía: Pablo Torres

El presente artículo, en parte, forma parte del libro inédito "Diario PUEBLO, periodismo de trincheras. 1969-1983", de Pablo Torres. El autor considera que todavía no está en el tiempo de publicarlo.

 

NOTAS 

(1).- La pasión de Carmelo Cerezo era ser policía. Algo que no recuerdo ahora, le impedía ser de la Brigada de Investigación de Crímenes. Colaboraba estrechamente con los "maderos". Nos facilitaban mucha información diaria, en ocasiones interesada. 

(2).- Antonio Echarri. Cuando dejó PUEBLO, le nombraron jefe de Prensa de IBM España. No sé cómo consiguió el chollo. Debía tener contactos muy fuertes.

(3).-  Vasco Cardoso, redactor jefe de Sucesos. Hacía lo que le salía de los… y encima teníamos que llamarle por teléfono para darle novedades. Por supuesto, cuando podíamos, le puenteábamos: si había un buen caso, intentábamos hacerlo nosotros, llamándole tarde para que no le diera tiempo a llegar al Suceso.

(4).- Rafael Boutellier, fotógrafo. Gran comedor de langostinos y gambas, cocidas o a la plancha: excelente pelador de esos bichos marinos, no tenía rivales. Siempre nos sacaba tres o cuatro bichos de ventaja por ración.

(5).- No me canso de llamarle tonto, estúpido. Un tipo insufrible, detestable. ¡¿Cómo un tío mierda, tan tonto y palurdo, puede llegar a subdirector de un periódico de tirada nacional?!

 (6).- La frase se empleó mucho en el tardo-franquismo y durante la Transición política. Eran años en los que los represores franquistas se declaraban “demócratas de toda la vida”. En realidad eran los mismos fascistas de siempre, los mismos que se habían aprovechado de todos los privilegios económicos del franquismo.