“Sólo negocios” es el inicio
de la producción literaria de Miguel Ángel Delgado, como novelista. Ahora se enfrenta
al duro oficio de la Escritura, frente al folio digital en blanco que, como bien ha comprobado el autor, requiere
esfuerzo e ingenio en la construcción de historias reales o ficticias
Sólo Miguel Ángel Delgado (Valdepeñas, Ciudad Real, 1993) sabe las razones que le llevaron a escribir una novela en Dublín (irlanda), ciudad en la que vive desde hace unos cuantos años; además del género negro o policiaco, aunque hay lectores que diferencian los géneros en función de los personajes; pero llevó su empeño literario hasta el final y ha publicado “Sólo negocios”, su primera obra que, en la contraportada lleva un texto de aproximación a la historia que narra:
“Muerte, historia, realidad, amor, Miguel Ángel Delgado consigue aunar con gran maestría la más cruda realidad con la ficción en una novela en la que la historia de Irlanda se hace plenamente presente. El juego de mafias jugará un papel crucial, convirtiéndose en la base que nos permitirá seguir la vida de Ángelo, un italiano que termina metido en este mundo, y en el que se verá envuelto de cabeza a pies, profundizando en sí mismo, descubriéndose ante nosotros, igual que su autor logra profundizar en la psicología de unos personajes mordaces, vivos y de lo más variopinto que hacen de esta novela algo único y, sobre todo, real”.
Hacerse un hueco en el controlado mundo editorial es tarea difícil. Hay que ser un escritor rentable y se llega a la rentabilidad con la promoción. Si no hay promoción, no hay rentabilidad para la editorial y normalmente no te publican. Los títulos editados anualmente se cuentan por miles, porque de lo que se trata es de contar historias, o contar la vida a partir de historia reales o ficticias. La función de la Literatura es escribir bien o bonito, también la función de la Literatura es contar la vida, ayudar a cambiar el mundo. Ese debe ser el propósito de todo autor cabal cuando define unos personajes y organiza una trama.
La primera obligación de todo reseñador de libros y críticos literarios, al ser categorías “profesionales” distintas, es respetar el texto. Cada autor escribe como quiere, dentro de su propio estilo, ajustándose a lo que quiere narrar o contar: lo importante es que el lector entienda lo escrito y se interese por la historia que le narran. El resto es accesorio. No voy a caer, por tanto, en la barbaridad de escribir una crítica de “Sólo negocios”. Sobran los críticos literarios, normalmente a sueldo de editoriales concretas. La función crítica debe recaer en cada lector, si quiere, cuando llegue a la última palabra de la obra leída, si llega.
Portada de la novela "Sólo negocios"
Quiero pensar que “Sólo negocios” es el punto de partida de la que puede ser larga carrera literaria de Miguel Ángel Delgado. Y voy a reseñar “Sólo negocios”, sin hacer un espóiler de contenidos, a manera de invitación a los lectores interesados, indicándoles otra vez que la pieza es del género negro, o policiaco si se quiere. Y a partir de ahí, que cada cual decida si adquirir la novela, leerla y anotar al autor en la categoría que entienda deba estar: eso pertenece a los lectores. Yo, después de su lectura, sólo puedo recomendarla.
De Miguel Ángel Delgado anoto que está graduado en Lenguas Modernas y Traducción, con su personal pasión por la Historia y la novela negra. En su obra, “Sólo negocios”, se declara dispuesto a hacer un homenaje a la amistad. Porque “Sólo negocios” es, para el autor, “la novela de todos nosotros”.
Pablo Torres
Domingo 19 de octubre 2020
Para los interesados en adquirir la obra:
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