El franquismo convirtió España en un cuartel, vinazo e
incienso, donde el "Ordeno y mando, cago en Dios”, se inició con fusilamientos
masivos de civiles indefensos. La villa de don Fadrique, en tiempos llamada “la
pequeña Rusia”, sufrió la brutal represión de los franquistas, al igual que
otros pueblos de la comarca: La Puebla de Almoradiel, Miguel Esteban, Quero, El
Toboso…
“Crónicas villanas (1939-1979)”, de Pedro Tello Díaz-Maroto,
recupera para la Historia de España, las vivencias de los que lucharon por la
libertad y la democracia y las formas de supervivencia en la criminal dictadura
de Franco
Hace ya algún tiempo el hispanista
Paul Preston manifestó que la Guerra Civil española o Guerra de España estaba
perfectamente estudiada: el golpe de Estado del 17 de julio de 1936 fracasó en
media España, parado por los sindicatos UGT y CNT. Los golpistas, Mola, Franco
y otros africanistas, provocaron el enfrentamiento fraticida, con el apoyo inmediato
de la Alemania nazi y la Italia fascista. La republica fue, además, maniatada
por los gobiernos de Inglaterra y Francia. Preston añadió que lo importante ahora era
estudiar el franquismo, en el periodo 1939-1975.
En el pueblo
manchego de La villa de don Fadrique, Pedro Tello Díaz-Maroto ha estudiado,
en “Crónicas villanas (1939-1979)”, publicado por Almud ediciones deCastilla-La Mancha, ese negro periodo de plomo, desde el inicio de la represión
genocida de los franquista, en 1939, con Falange Española como brazo ejecutor
de miles y miles de crímenes contra la indefensa población civil; hasta el año
1979, con la transición política a la democracia en fase avanzada, en años de
intentos de recuperación de la brutal dictadura franquista.
Pedro Tello,
capítulo a capítulo, de forma sencilla, con una prosa limpia y eficaz, detalla
la brutalidad de los afectos a la dictadura de Franco, contra los vencidos,
narrando pequeños grandes episodios de la vida cotidiana.
La libertad obtenida
con la República se mutó en un régimen militar represor cuando llegó a La villa de don
Fadrique, el 2 de abril de 1939, las tropas rebeldes, un escuadrón de
caballería mixta al mando de un capitán. Iban camino de Quintanar de la Orden,
pueblo de referencia del terror franquista en la comarca desde tan aciaga fecha.
Antes, el comandante José Castellano llegó a La villa de don Fadrique para formar
la Gestora Provisional del nuevo, criminal régimen. Aplicarían una limpieza política,
a partir de las directrices genocidas del general Mola: exterminar a los
demócratas.
La historia de
La villa de don Fadrique, en ese periodo histórico, es similar a la de otros
pueblos de la misma comarca manchega: Miguel Esteban, La Puebla de Almoradiel, Quero,
El Toboso... los afectos a la nueva dictadura, falangistas armados contra
civiles indefensos, seguían al pie de la letra las instrucciones militares
contra cualquier demócrata, aplicando medidas represoras de gran intensidad: no
dar trabajo a los rojos, robarles las tierras, someterlos a vigilancia
constante... las potencias occidentales dejaron a Franco cometer todas las
barbaridades posibles a cambio de ceder territorios para las bases militares
norteamericanas.
El libro de
Pedro Tello, “Crónicas villanas (1939-1979)”, prosa luminosa, no se puede
localizar en todas las librerías. Su distribución es reducida. Los buenos
libros, en España, no están en los grandes centros comerciales, ni en las
grandes librerías donde ofrecen todo un conjunto de papel encuadernado, contenidos
estériles, de autores de mucho postín y ningún fuste, autores “bien-pagaos” de
best-sellers para masas de ignorantes poco o nada formadas.
Entre
las muchas, reveladoras historias que narra Pedro Tello, sobresale la de Antonio
“el castellano”, o Francisco Vela Organero. Fue dado por muerto en el primer
franquismo… pero estaba vivo. Tuvo que borrar su identidad, adoptar otra, para
sobrevivir: le hubieran acusado, sin pruebas, de crímenes horrendos; le
hubieran torturado y fusilado (prácticas habituales de los franquistas).
Francisco Vela Organero escondió su pasado, también a su familia, fingiendo
amnesia: vivió como Antonio “el castellano” en un pueblo de Valencia, durante
cuarenta años, sin poder contar que luchó por la República en defensa de la
libertad y la democracia.
En
suma: un libro de prosa sencilla, resplandeciente. El autor no tiene nada que
envidiar de los mejores prosistas de nuestra época. Y el contenido de su libro
tiene la fuerza de las historias que narra, historias de gentes humildes,
incluso ingenuas que despertaron a la libertad y la democracia con la
República; y sufrieron la pesadilla interminable de una dictadura criminal hasta la muerte del sanguinario general. Un
libro que sigue el consejo de Paul Preston: narrar el franquismo, en su vida cotidiana, en sus horrores.
Pablo Torres
Madrid, jueves 10 de octubre 2019
“Crónicas villanas (1939-1979)”.
Pedro Tello Díaz-Maroto. Almud ediciones de Castilla-La Mancha (Toledo, 2019). 14 x 21,5 centímetros. 395 páginas numeradas. PVP: 20 euros.