martes, 7 de enero de 2020

Libros EL LABERINTO DE LOS NIÑOS ROBADOS



Tadeus Kunzt se adentra en un caso de un bebé robado a su madre, en un paritorio de una clínica privada de Madrid, en 1981. Al aceptar el caso, no se imaginó las muchas dificultades y obstáculos que se encontraría en la “Cinta de Moebius”




Tadeus Kunzt, en "El laberinto de los niños robados" (Almud Ediciones), se entrevista con un "bebé robado". Sus padres adoptivos, cuando ese bebé llega a la mayoría de edad, no le facilitan su auténtica identidad. Tras dudar, acepta el caso a sabiendas de su dificultad. Tadeus se adentrara en un laberinto que le lleva de un callejón a otro, sin que sea capaz de encontrar una salida. Porque cuando está cerca de la solución, o cree estar cerca de la salida, se encuentra en un "cul de sac".

TK no es el investigador clásico de novela negra norteamericana. No es un tipo atormentado que se sumerge en el alcohol para escapar de una existencia convulsionada. De hecho tiene claro que el alcohol es un potente neurotóxico, tan nocivo como la droga ilegal más nociva. Su vida es, por decisión propia, sencilla, al renunciar a una profesión de mucho prestigio social, arquitectura, carente de humanidad. El sufrimiento y frustraciones que genera la injusticia le molestan. Toda sociedad debería buscar sus equilibrios, evitando que las élites económicas actúen como poderes fácticos en propio beneficio, ignorando y condenando a la pobreza a las mayorías.
Los niños robados en los paritorios, actividad delictiva que se inicia con el franquismo más escabroso, fue la última aberración de la dictadura de Franco, que alcanzó incluso hasta finales de la década de los Ochenta, siglo XX, ya en tiempos de la recuperada democracia. Tadeus Kunzt no tenía claro a qué se enfrentaba, aunque tras sus primeros pasos entendió que las fuerzas oscuras, incrustadas en las estructuras del Estado,  le impedirían llegar al final de su investigación.
En el año de 1981 la Policía de Madrid detiene a una prostituta, a un doctor, a una monjinta que es la encarnación de la maldad con hábito; la Policía detiene a unos compradores de bebés robados, y a los componentes de una trama de com pra-venta. Durante unos días todo va bien: el juez y el fiscal inician un sumario para acabar con aquella monstruosidad... sin embargo, aquella operacion se detiene abruptamente, sin explicación alguna. En una horas todas las actuaciones se archivan, se pone en libertad a los implicados y se cierra el caso...
 Familiares de bebés robados, en una protesta ante la puerta de una congregación religiosa con miembros de esa entidad implicados en el robo de bebés (Foto: Pablo Torres)
Pablo Torres aborda en el segundo caso de Tadeus Kunzt un caso que podría ser el de miles de familias españolas a las que les robaron sus bebés...
No quiero hacer un espoiler, un resumen del final de la obra. La realidad es que si quieres entrar en determinados archivos, de algunas entidades del Estado, te niegan el acceso; o mejor dicho, no te permiten el acceso, sin negártelo. No te contestan a tu petición de ver documentos. Los responsables de esos archivos desprecian la ley y reclamar el derecho a ver esos archivos te llevaría años y años. Es David contra Goliat, en el que pierde David.
Eso quiere decir que no permiten investigar determinadas cosas del tardo-franquismo y la llamada transición...
El robo de bebés se inició en el franquismo indica Pablo Torres–, cuando en la prisión de Málaga robaban los bebés a las presas republicanas. Años después buscaron una excusa perfecta para esos rentables robos: "esos niños tendrían una vida mejor con una familia que les adoptara, de buena posición económica, que con su propia familia. Pretendían que todos los bebés robados eran hijos de prostitutas o de jóvenes embarazadas accidentalmente, víctimas del amor o del señor de la casa que visitaba con frecuencia su alcoba. 
¿Cómo se puede llegar a formar parte de un entramado tan monstruoso?
–Fabricaron un descarado mecanismo de auto-convencimiento para querer creerse que les hacían un gran favor a esos niños y a sus padres, para que esos bebés tuvieran un futoro mejor que el que tendrían con sus propios padres. Es decir, fabricaron grandes mentiras para mantener un negocio inhumano, cruel... porque lo que realmente hacían, además de enriquecerse, era robar el pasado familiar y borrar la identidad del bebé.

Tadeus Kunzt no vive las veinticuatro horas del día obsesionado con sus casos, ni es una persona atormentada que necesita ahogarse en alcohol y humo de tabaco, con el aporte de otras drogas, en un club de alterne. La vida sentimental de Tadeus Kunzt únicamente está afectada por la "ojos azules", la segunda mujer importante en su vida. Es incapaz de romper con Emma, no puede vivir sin Ivana. No sabe cómo resolver el conflicto emocional.
En la vida de Tadeus Kunzt hay otras personas: Eduardo y Laura, que completan la agencia de detectives; Berta, hermana de Ivana, obsesionada con Tadeus; el comisario H, que juega un raro papel de amistoso mediador; el archivero García, de la Policía, que busca una relación con Laura...
–Cada uno interpreta el mundo a su manera –añade finalmente Pablo Torres–. Son distintos puntos de vista sobre la sociedad actual. No se ve la vida igual si sobrevives al mes con una anémica subvención del paro, que apenas da para malcomer y acumular deudas; o con la propiedad y ganancias de un negocio de distribución de pescado, por poner dos ejemplos extremos. Si no tienes estabilidad económica, no tienes estabilidad emocional. Y sin estabilidad emocional estás condenado a la depresión, en el mejor de los casos. Las personas con bajos ingresos económicos están orilladas, apartadas injustamente de la sociedad... Pero no puedo avanzar más del contenido de la novela, porque hacer spoilers de personajes y situaciones afectaría a los lectores. Y cada lector debe llegar al final de la novela, si quiere llegar a ese final, por el camino que elija. Sin señales que le saquen del laberinto.

John Cleggan
Macroom, Cork, Ireland. 7 de enero 2020

 "El laberinto de los niños robados". Pablo Torres. Almud Ediciones (www.editorialalmudclm.es) Toledo, diciembre, 2019. Formato: 14 x 21,5. 208 páginas numeradas. PVP: 18 euros.
 


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