lunes, 16 de enero de 2023

Conversación entre Pablo Torres y John Cleggan

 LA ESCRITURA EN TIEMPOS DIFÍCILES

Se ha publicado “Lucharon por la libertad y la democracia. Represión franquista en Miguel Esteban, 1939-1947”, de Pablo Torres, una pequeña enciclopedia en la que consultar los nombres de las víctimas republicanas de Miguel Esteban (Toledo) que defendieron la democracia y sufrieron el terror franquista. El autor también ha finalizado una obra sorprendente: "La Leica de Tina Modotti", en la que aporta unas conclusiones sorprendentes sobre la fotógrafa italo-mexicana y el poemario "Viento del pueblo" de Miguel Hernández.

La epidemia mundial de covid-19 ha sido la causa de la interrupción de los viajes de Pablo Torres por Irlanda, país que lleva en su corazón, en el que se siente cómodo por el carácter de los irlandeses, tímidos y reservados al inicio; amigos de verdad, una vez que te abren sus brazos. En el pub “Fowler”, de Gorey, Wexford, con su pinta de Guinness al lado, no tuvo inconveniente en entonar canciones de los soldados de la República de España, para la buena de Carmela, o Carmel, una irlandesa bautizada con un nombre español. Al no ser un escritor conocido, puede permitirse decir lo que quiera. La Prensa capitalista está reservada para los gurús de la Literatura industrial, siempre moviéndose en ferias y encuentros literarios para mayor gozo de sus egos.

            –Como manchego que soy, de la zona más árida, me gusta la lluvia –Indica Pablo Torres–. Y en Irlanda la lluvia forma parte de la vida de los celtas. En algunos pueblos, como Howt, disfrutas de la tranquilidad, especialmente si te apartas un poco de la población. Playas inmensas para disfrutar de la soledad, como la de Claremont o Burrow.

            Los libros y los artículos de los escritores y/o periodistas, les definen como personas; aunque no es fácil desligar el oficio de escribir y el pensamiento político-social de los autores. Las palabras dejan sus rastros, dibujando un perfil en el que se puede ver con nitidez la forma de vivir la vida y ver el mundo. Pablo Torres no esconde quién es, ni su procedencia. Y por sus libros se le conoce: no tiene dobleces. Merece la pena leer su producción literaria/periodística. Sus obras “El cuplé de la geisa”, “El doncel”, “Pasos en la niebla”, “El laberinto de los niños robados” (estos dos últimos títulos, de Los casos de Tadeus Kunzt), tienen el punto justo de humor y una pizca de mala leche: el horno planetario no está para bollos; aunque el Pablo Torres más auténtico está en “El ladrón de sueños”, inédita por decisión del autor,  una obra en la que subyace mucha podredumbre específica de los humanos.

            –Vivimos tiempos difíciles: el planeta se recalienta y responde con alteraciones climáticas que provocan auténticas catástrofes… los políticos se reúnen en cumbres del clima, para acabarlas sin tomar medidas para salvar a la especie humana. No hacen su trabajo. Parecen lacayos al servicio de los grandes intereses de las grandes corporaciones mundiales, como si ellos se fueran a salvar. Hay una gran irresponsabilidad política, cuando se olvidan que se deben a los ciudadanos y no a los empresarios. Ocurre que vivimos el tiempo de las grandes y continuas mentiras, ahora llamadas “fake news”. Han existido siempre, aunque ahora superan los límites más irracionales.

            Hace más de un año finalizaste “Lucharon por la libertad y la democracia. Represión franquista en Miguel Esteban 1939-1947”. El libro estuvo esperando a que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobara una nueva Ley de Memoria Democrática. Finalmente acabaste la espera, por los retrasos en la Ley: los social-demócratas, de perfil liberal que colonizan el PSOE –Felipe González eliminó el socialismo del PSOE–, han tardado en completar la Ley para blanquear aún más el franquismo, siguiendo las directrices de los “transicioneros”, esos delirantes que pretenden vender la estafa de que ellos solitos hicieron una “transición” modélica a la democracia. No quieren derogar la Ley de 1977, de autoamnistía, para evitarse llevar a determinados personajes con un pasado sangriento ante la justicia –en España, con minúsculas por el espectáculo franquista ofrecido por jueces afines al PP–. ¿Cuál es tu opinión sobre la nueva Ley?

            –En la nueva Ley de Memoria Democrática hay unos olvidos interesados y asombrosos. No se cita, por ejemplo, a la iglesia católica española. Pero la memoria está ahí, y los archivos y hemerotecas para todos. Los escritos de monseñor Isidro Gomá y Tomás, cardenal primado de España, llamaban a la sublevación; y luego apoyaron a los oficiales sublevados. La iglesia católica española fue uno de los pilares de la dictadura de Franco… y nadie les pide responsabilidades. Es más: pervive un concordato, utilizado para llenar sus arcas. Es un imperdonable olvido intencionado. Pero en esa ley tampoco hay lugar para los verdugos, los genocidas que, tras la guerra civil, asesinaron a más de 120.000 republicanos mal enterrados en fosas comunes por toda España. Son supuestos olvidos imperdonables, mucho más porque obedecen al miedo de los “socialistas” a los poderes fácticos, a las fuerzas oscuras que consideran que España es su finca particular.

            El libro “Lucharon por la libertad y la democracia” publicado en mayo del 2022, es un tributo a los migueletes que lucharon por la libertad y la democracia, frente a las alimañas franquistas. Pero hay un plus, para explicar los motivos que movieron a Pablo Torres a escribir este libro: la hartura que le producía escuchar a los tontos de siempre, cuando coincidía con ellos en algún bar, decir esa frase tan repugnante: “Los rojos algo harían”.

            –El gran triunfo de la dictadura fue criminalizar a las víctimas. Ahora estamos en una fase de desmontar todas las mentiras de la dictadura de Franco y dar a conocer todos los crímenes cometidos por los verdugos. En algún momento habrá que investigar en los Registros de la Propiedad, para ver las “compra-ventas” y la adquisición de nuevas propiedades. No sólo asesinaron a miles y miles de inocentes, también les robaron sus propiedades. Eran asesinos y ladrones. Todo eso de salvar a España del comunismo y otras sandeces, son alfalfa para fanáticos envilecidos con alma de chorizos. Es la realidad que niega la derechuza y sus chuzos políticos de misa dominical y vermut, manifestándose como matones de barrio.

            Pablo Torres se propuso averiguar qué hicieron los republicanos, para que les condenaran en juicios tan infames a muerte o a largas condenas de cárcel. Empezó entonces a consultar archivos y ver y copiar los consejos de guerra de la CAUSA GENERAL, anotando los nombres de los denunciadores y sus víctimas… se encontró con acusaciones, falsas en su falsedad, donde se indicaban barbaridades del tipo “asesinó a ocho o diez curas”. Y revisando y revisando el caso, no se indicaba ni el nombre de esos ocho o diez curas, ni el lugar dónde fueron supuestamente asesinados, ni la fecha, ni la hora…Pablo Torres no encontró la menor prueba de tan graves acusaciones por las que miles de demócratas fueron fusilados.

            –La investigación fue larga: debía aprovechar los huecos que me dejaba mi trabajo de periodista. Y tuve algún problema en el Archivo del Tribunal Militar Territorial número 1 de Madrid. No me dejaron ver un expediente: estaba, según ellos, estaba en mal estado. Tengo derecho a verlo, esté en el estado que esté. Pero se pasan las leyes por la entrepierna. No me dejaron verlo. Les pregunté si ese expediente se iba a restaurar. Ni me contestaron. Pedí la intervención del Defensor del Pueblo: tuve la mala suerte de que el caso se lo “adjudicara” Francisco Fernández Marugán, un psoísta patético. Me escribió para decirme que ya había consultado más de 80 veces el Archivo… vamos, que nada de ver ese expediente que tengo derecho a ver y que se niegan a enseñarme. Los psoístas se van por la pata abajo ante ciertas entidades, copadas por franquistas. No digamos nada de los militares. Algunos, en la reserva, no tendrían inconveniente en fusilar a 26 millones de demócratas. No podemos hablar de españoles, porque ellos son los auténticos españoles. El resto le somos basura. El asunto tiene su mandanga.

            –¿Por qué hacen eso? –John Cleegan–.

–Porque son los amos. Hacen lo que les da la gana: España es su finca y ganaron una guerra. Bueno…Franco jamás hubiera ganado esa guerra sin la ayuda militar de la Alemania nazi y la Italia fascista, más el concurso de Inglaterra y Francia, que maniataron a la República de España. En todo caso, con los expedientes revisados y copiados, se puede afirmar que el franquismo se basó en las mentiras y el terror, bendecidos por la iglesia católica española, que tantos privilegios mantiene en la actualidad, incluido el Concordato. Hay también un punto de cinismo: se advierte cuando imponían en los consejos de guerra, como “Defensa” de los acusados, a sus oficiales golpistas. La CAUSA General fue una broma apocalíptica de los espeluznantes, con su raro sentido del humor.

            En sus investigaciones, Pablo Torres también se encontró casos de supuestas muertes de derechistas, adjudicadas a unos y otros, sin orden ni concierto, como si hubieran sido asesinados varias veces y en distintos lugares…todo aquel entramado artificial –sólo buscaban venganza–, formaba parte de una operación para aplicar la justicia al revés y dar cobertura legal a los crímenes de Estado, de la nueva dictadura del general genocida.

            –Incluso me encontré con consejos de guerra, de milicianos fusilados, en los que faltaba la condena a muerte. Es decir, que si querían asesinar a alguien, lo hacían con descaro. Hay consejo, no hay pena de muerte, pero se le fusila. Así actuaban.

 

            Comento con Pablo la acogida del libro en Miguel Esteban, ese pueblo manchego de La mancha más árida, que siempre vota a las derechas. No le sorprenden los comentarios negativos de los derechistas, de familias franquistas: eran los esperados. La gente de izquierdas han valorado positivamente un trabajo de años: escribir una obra de consulta, en la que sólo faltan unos pocos nombres –por falta de colaboración de algunas familias víctimas del franquismo–, les ha parecido un trabajo extraordinario, un homenaje a los que lucharon por la libertad y la democracia. Lo que le ha molestado a Pablo Torres es la actitud de unos pocos familiares de republicanos: no quieren saber nada de la guerra civil ni de sus familiares. Ahora incluso presumen de votar a VOX. Tarde o temprano comprobarán que ese partido de extrema derecha, sólo trabaja para los ricos. Y ellos son pobres. Y lo seguirán siendo mientras mantengan esa mentalidad de esclavos, manipulados por cuatro botarates. Las derechas saben manipular y mentir con maestría. Hay demasiados tontos sueltos.

            –Son víctimas de la manipulación. Tienen poco juicio…

            En el blog “Los Cuadernos de Tadeus”, Pablo Torres no permite todos los comentarios: los somete a moderación. Y me explica el caso de un comentario insidioso no publicado, de un lector anónimo, que carga contra el libro a la manera franquista: hace acusaciones contra un republicano, amenaza y no aporta datos de un presunto robo y unos presuntos asesinatos. Si le hubiera facilitado a Pablo datos comprobables, es seguro que hubiera publicado el comentario. Pero el pensamiento franquista sigue presente en la sociedad española, con sus jueces militantes dispuestos a meter en la cárcel a cuatro titiriteros y salvar el pellejo de personajes corruptos recurriendo, como siempre, a la prescripción del delito, o la supuesta nulidad de las pruebas, o cualquier otra excusa.

"La Leica de Tina Modotti" es su nuevo libro,

dentro de "Los casos de Tadeus Kunzt", que quiere

que se edite en este año 2023. En la obra se aventura

que cinco de las fotografías del poemario "Viento del Pueblo",

de Miguel Hernández, pueden ser de Tina modotti


             –¿Con esta obra pones punto y final a tus investigaciones sobre la guerra civil?

            Me hubiera gustado poner punto y final a la guerra civil española, al menos en lo que me afecta, aunque mi abuelo Genaro, alcalde socialista de Miguel esteban, sigue en una fosa común en el cementerio de Quintanar de la Orden (Toledo); pero ocurrió que en febrero del 2022 en algún sitio leí que una fotógrafa italo-mexicana, Tina Modotti, estuvo en España, como enfermera del Socorro Rojo internacional (SRI). Y me puse a investigar. Lo más sorprendente era que, a pesar de llevar siempre en su bolso su cámara Leica, aseguró que no hizo fotos, que su prioridad eran los heridos en los hospitales de sangre. Me chocó mucho que la fotógrafa no hiciera instantáneas de la guerra. Eso va contra los principios de cualquier fotógrafo.

            Esa investigación de Pablo Torres le llevó a escribir otro libro, “La Leica de Tina Modotti”, incluida dentro de los casos de Tadeus Kunzt. Recoge los “momentos cruciales” de la fotógrafa en España, su paso por el Hospital de Maudes, en Madrid; el traslado de Antonio Machado a Valencia, acompañándole para cuidar de su salud; su marcha desde Valencia a Almería, para ayudar a los que sobrevivieron de “La Desbandá”

            –Tina Modotti fue una joven que viajó en barco desde Italia hasta los EEUU, con diecisiete año, quizá dieciocho, para reunirse con su padre y una hermana. Se casó con un poeta, fue actriz de cine mudo, tuvo un amante fotógrafo, vivió e hizo unas fotos extraordinarias en México, asesinaron a su amante cubano, la expulsaron de México…bueno, una biografía apasionante. Suma que era una mujer de gran belleza…y añade su militancia comunista, en la década de los Años 30: todo un cóctel para una biografía que pasma al más cuajado. ¡Qué mujer! Me hubiera gustado conocerla.

            –Pero hay ya varias biografías… –John Cleggan–.

            –Sí, pero ninguna, que yo conozca, explica qué motivos pudo tener Tina Modotti para no hacer fotos en España o hacer esas fotos y no firmarlas…un fotógrafo que lleva su cámara a todos sitios, en un Madrid bombardeado; o atendiendo a heridos en “La Desbandá”, no es creíble que no utilice su cámara.

            Pablo Torres estuvo meses buscando documentación y revisando la revista “AYUDA”, publicación oficial del Socorro Rojo Internacional, algo similar a lo que es la Cruz Roja Internacional. Y vio fotografías que guardaban bastante parecido a fotografías de Tina Modotti, de su etapa mexicana. En la revista “AYUDA” también escribía Vittorio Vidali, uno de los jefes del Quinto Regimiento del Ejército Popular de la República de España; y también firmó distintos poemas Miguel Hernández. Algunas de las portadas de la revista AYUDA era poemas y fotografías. Y la revista del SRI se ocupó de la edición del poemario de Miguel Hernández “Viento del Pueblo”.

            –En este caso, Tadeus Kunzt llega a la conclusión de que, al menos, cinco de las fotografías que ilustran “Viento del Pueblo” son del poeta Miguel Hernández. Es una afirmación atrevida, pero no descabellada. Un fotógrafo, con una cámara, nunca dejará de hacer fotos. Aquí la cuestión es qué le llevó a Tina Modotti a no firmar sus fotos.

            La relación de Tina Modotti con Vittorio Vidali, el comandante Carlos, uno de los jefes del Quinto Regimiento, también debió condicionar la vida de la fotógrafa y enfermera. Quisiera o no quisiera, formaba parte de las élites de la República que defendían la democracia y la libertad para un país que, con la segunda República, vivía su primera gran experiencia democrática.

–Vittorio Vitali, el comandante Carlos, fue un personaje oscuro. Se sospecha que pudo participar en la “desaparición” del anarquista André Nin. Pero en “La Leica de Tina Modotti” es un personaje secundario. Hay otros personajes más interesantes, como Gerta Taro, la fotógrafa que se inventó el nombre de Robert Capa y que trabajó con Endre Friedmann. La prematura muerte accidental de Gerta en El Escorial, tras ser herida en la batalla de Brunete, hizo que Endre se quedara con el nombre de Robert Capa.

–¿Hablamos del auge de los fascismos o neofascismos en este nuestro mundo?

–El resurgimiento de los neofascismos es consecuencia de la permisividad de las democracias hacia partidos de ideología ultra. Pretenden que son más demócratas si permiten formaciones de extrema derecha: ya pasó con el nazismo. Llegan al PODER y luego liquidan la libertad y las democracias.

Es un disparate más de este neocapitalismo, vendido como neoliberalismo, de ideología ultra, sustentada en formidables mentiras o “fake news”: la libertad de mercado. Es una gran mentira: funcionan los oligopolios, con apariencia de mercados libres. Y a partir de ahí, lo que quieras: los ricos, mucho más ricos; los pobres, cerca de la miseria; las clases medias, liquidadas. O se acaba con el neocapitalismo, o el neocapitalismo acaba con el planeta (lo recalientas a lo bestia con combustibles fósiles) y la especie humana.

Habrá que seguir la conversación-entrevista en otro momento. Pablo Torres no parece interesado en hablar de las élites económicas o políticas, o si habla de ellas, las hace responsables de la situación actual del planeta Tierra, por su avaricia sin límites… la mecha de otra guerra mundial arde hacia el polvorín de la locura. Da la sensación de que dos guerras mundiales en Europa no han sido suficientes para situar la convivencia y la paz por encima de cualquier otra valoración. Priman las economías, los beneficios privados, los oligopolios, el desprecio a las clases trabajadoras, las “fake-news” o mentiras, las drogas para amansar a una población falta de Educación, atada a las religiones… ¿El apocalipsis está cerca? Lo parece.

John Cleggan (Escritor irlandés)

 Macroom, Irlanda, 14 de enero 2023

 

 

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