miércoles, 20 de septiembre de 2023

VIAJES: CAMINOS, LUGARES, ACENTOS (4)

 PASEANDO PAU, LLEGADA A LAVELANET

                                                                                            Las bicicletas son de uso diario por la mayoría de los vecinos de Pau.

La hoja de ruta indicaba viaje hasta Lavelanet de Comminges, con una parada intermedia en Pau.

El GPS nos obliga a todo un recorrido turístico por el país vasco-francés, antes de tomar la autopista de pago que lleva hasta Toulouse. El capitalismo francés es sorprendente: sin apenas hacer ruido está en todos los rincones, obteniendo sus beneficios. El pago de las autopistas es la sublimación de ese capitalismo voraz: si quieres buenas carreteras, págalas aunque estén más que amortizadas. Los capitalistas son insaciables.

PAU.- Por la autopista de pago, Pau está más o menos a 140 kilómetros de Irún. Se suele tardar una hora y media en hacer el recorrido, aunque nosotros tardamos un poco más por seguir las indicaciones del GPS: decidió recorrer una parte del país vascofrancés.

Paramos en Pau... sorpresa: la ciudad está patas arriba, con un montón de calles cortadas al tráfico... el Tour pasa por la ciudad. Nos condicionó la visita a la ciudad.

                                                                                       El Tour condicionó el tráfico en la ciudad. La Policía vigiló el recorrido.

Capital del departamento de los Pirineos Atlántico, en Nueva Aquitania, Pau se localiza en el corazón del Bearne, siendo la capital desde 1646. Al sur de la comuna discurre el río Gave de Pau.

ALGO DE HISTORIA.- La villa se fundó en la Edad Media para controlar el paso del río Gave de Pau, utilizado por los pastores para sus trashumancias entre los Pirineos y la llanura. El nombre de la ciudad está documentado en el siglo XII, pronunciándose Pau y Po. La ciudad tiene Carta Comunal del 1464, dotada de ferias y con una Asamblea de los Estados de Bearne.

            El Bearne se unió al reino de Navarra en el siglo XV. Fernando “el Católico”, rey de Aragón y regente de Castilla, en el 1512, conquistó la parte de Navarra, al sur de los Pirineos. El rey de Navarra y la Corte se refugian en Pau. En el 1560 Juana III de Navarra, Jeanne d´Albret, se hace calvinista. Esa será la religión oficial del reino de Navarra. Pau y su religión serán la causa de las guerras de religión entre católicos y hugonotes en Francia.

El paso de los ciclistas fue todo un acontecimiento.

Durante la revolución burguesa de Francia (1789), Pau será la capital de los “Bajos Pirineos”, después llamados Pirineos Atlánticos. En 1808 el emperador Napoleón pasó por la ciudad, de regreso de Bayona, después de instalar a su hermano José en el trono de España, comprado a Carlos IV y Fernando VII. La ciudad le horrorizó, especialmente por el lamentable estado del castillo. Ordenó extender la Place Bonaparte, actual Place Royal, hacia el sur, abriéndola a las montañas. Fue el inicio del embellecimiento de la ciudad.

PASEANDO LA CIUDAD.- Llegamos a la ciudad, comprobamos la imposibilidad de circular por sus calles. El Tour impedía cualquier movimiento en vehículos. Aparcamos en la periferia, no alejados del centro histórico. Fuimos por la calle Viard y su prolongación, la calle Montpensier. Seguimos por la rue Serviez hasta llegar a la plaza de Georges Clemenceau. No disponíamos de mucho más tiempo para haber llegado hasta el castillo de Pau o el Palacio Beaumont.

                                                                                             El centro de la ciudad es un hervidero de turistas y vecinos de Pau

             Estuvimos esperando a que pasaran los ciclistas del Tour. Es todo un espectáculo, como el visto en Donostia. Antes de la llegada de la gran “serpiente” multicolor, pudimos ver que el “circuito” urbano estaba vigilado por bastantes policías. Y me/nos sorprendió la presencia de altos y fornidos policías negros, con sus uniformes azul oscuro. No es frecuente ver policías de color ni en pequeños pueblos, ni en grandes ciudades (foto: DSC_0048).

            En una pequeña tienda, nos hicimos con unos bocadillos, a la francesa. Son diferentes a los españoles. Después buscamos un lugar tranquilo, en un parque situado entre la iglesia de Saint Jacques y el Tribunal de Justicia. Sentado, a la sombra, nos comimos esos bocadillos.

IGLESIA DE SAINT JACQUES.- Situada junto al Tribunal de Justicia, cercana al castillo de Pau, la monumental iglesia de Saint Jacques es parada obligada de los peregrinos del Camino de Santiago. En su interior se pueden verse más de cincuenta espectaculares vidrieras y un púlpito de madera de roble, de escalera doble. Sobresale su órgano de tubos, con tres teclados: data del año 1870. Este templo se levantó sobre el solar de la antigua capilla del convento de los Cordeliers.

                                                                                Iglesia de Saint Jacques, para obligada de los peregrinos hacia Santiago.

 VUELTA A LA CARRETERA.- Antes de seguir nuestro camino hacia Lavelanet de Comminges, nos pasamos por el Carrefour, en las afueras de la ciudad. En el parking del centro comercial vimos a unos tipos con mala pinta, sucios. Parecían drogotas. Mientras Javier y Ana hacían la compra, nos quedamos cerca del coche. La desconfianza es el mejor guardián. Y en Pau, como en cualquier otra ciudad, los chorizos callejeros se alimentan de la ingenuidad de los turistas.

Otro buen tramo de autopista, con una parada en un área de servicio de los Pirynees. Se imponía un mínimo descanso para hacer el último tramo y llegar a Lavelanet de Comminges, pequeño pueblo de menos de quinientos habitantes.

                                            Iglesia de Lavelanet, un pequeño templo sólo abierto los domingos y festividades señaladas.

 

Texto y fotografías: Pablo Torres
Capítulo del libro de viajes "Caminos, lugares, acentos",
páginas 117 a 120, que se editará a finales del 2023 o inicios del 2024

 

 

 

 

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